Declaración de relaciones fraternales entre Luta Metalúrgica (Brasil) y la Liga Comunista Internacional
Un texto histórico que proclama la formación de la sección brasileña de la Tendencia Espartaquista, con una importante polémica contra la política de su antigua organización que formaba parte de la internacional de Altamira en Brasil.
La siguiente declaración es el resultado de discusiones intensas que indican un amplio acuerdo programático entre la Liga Comunista Internacional y el grupo Luta Metalúrgica de Brasil. Luta Metalúrgica rompió recientemente con Causa Operária, la cual forma parte de la corriente dirigida por el Partido Obrero argentino de Jorge Altamira. La base inicial de estas discusiones fue el hecho de compartir la posición programática principista de la oposición proletaria a los frente populares, incluyendo el llamado a no votar por ningún candidato de tales formaciones de colaboración de clases. Otra cuestión clave que acercó a nuestras organizaciones fue el entendimiento leninista del papel del partido revolucionario como "tribuno del pueblo" que lucha contra toda forma de opresión especial.
"La crisis histórica de la humanidad se reduce a la crisis de la dirección revolucionaria.... [L]a crisis de la dirección proletaria, habiéndose convertido en la crisis de la civilización humana, sólo puede ser resuelta por la IV Internacional."
– León Trotsky, "El Programa de Transición" (1938)
El grupo Luta Metalúrgica de Volta Redonda (Brasil) y la Liga Comunista Internacional (Cuartainternacionalista) suscriben esta declaración de relaciones fraternales como parte de la lucha urgente por superar la crisis de dirección proletaria mediante el reforjamiento de la IV Internacional como partido mundial democrático-centralista de la revolución socialista.
I
"En el momento actual, la ceustión de cuestiones es el Frente Popular. Los centristas de izquierda bucan presentar esta cuestión como una maniobra táctica o hasta tecnica, para poder mejor vender su mercancia en la sombra del Frente Popular. En realidad, el Frente Popular es la cuestión principal de la estrategia proletaria de esta época. También ofrece el mejor criterio para distinguir entre el bolchevismo y el menchevismo."
– L.Trotsky, Carta al RSAP holandés (julio de 1936; énfasis en el original)
Desde la lucha de Marx y Engels por el principio básico de la independencia revolucionaria del proletariado frente a la burguesía, el marxismo genuino ha luchado contra la colaboración de clases. El combate de Lenin y los bolcheviques contra el Gobierno Provisional de Kerensky (que Trotsky después llamó el mayor ejemplo histórico del frente popular) culminó en el triunfo más importante del proletariado mundial: la Revolución de Octubre de 1917. Oponiéndose a la traición de estalinistas, socialdemócratas y centristas, los cuartainternacionalistas bajo la dirección de Trotsky lucharon encarnizadamente contra cualquier apoyo a los frentes populares, que en Francia y España prepararon terribles derrotas del proletariado, allanando así el camino a la Segunda Guerra Mundial imperialista.
"Es el deber más elemental de los marxistas revolucionarios el oponerse irrenconciliablemente al frente popular en las elecciones y no tener absolutamente ninguna confianza en él una vez en el poder. Cualquier 'apoyo critico' a la coalición de Allende seria una traición a la clase, abriendo el camino para una derrota sangrienta de los trabajadores chilenos cuando la reacción criolla, auxiliada por el imperialismo internacional, esté lista."
– [Spartacist (edición en inglés) No. 19, noviembre-diciembre de 1970, traducido en Cuadernos Marxistas No.3 ¨Chile: Lecciones del frente popular"]
Frente a la elección del frente popular de Mitterrand en 1981 en Francia, una vez más los espartaquistas advirtieron contra cualquier apoyo a esta colaboración de clases, mientras los seudotrotskistas (desde Mandel y Moreno hasta Lambert y Altamira) la saludaron como un "triunfo" de la clase obrera. La política frentepopulista llevó a más derrotas desde Bolivia hasta El Salvador, Nicaragua y muchos otros países.
Hoy en día, en Sudáfrica, el frente popular nacionalista construido alrededor del Congreso Nacional Africano dirigido por Nelson Mandela ata a los obreros negros al aparato estatal burgués que mantuvo el régimen criminal del apartheid. Es el deber de los revolucionarios advertir urgentemente contra cualquier apoyo político o confianza en el gobierno de "cogobierno" que ya está atacando a los trabajadores negros y mestizos. Notamos la importancia para los obreros revolucionarios de Sudáfrica de la lucha contra el frentepopulismo del reformista Partido dos Trabalhadores brasileño; y de los acontecimientos en Sudáfrica para los obreros y jóvenes radicalizados en Brasil.
En el BrasilIa izquierda está impregnada con el nacionalismo y el reformismo frentepopulista. En el momento actual sus varias corrientes se compiten la una con la otra para ver quién puede capitular mejor al Frente Brasil Popular (FBP), la coalición abierta del PT de Lula con políticos de la burguesía. Este frente hace todo lo posible para desmovilizar a los explotados y oprimidos en este país que tiene un proletariado altamente combativo y se encuentra en una situación de profunda turbulencia social. Los burócratas sindicales y sus asesores izquierdistas insisten que en vez de luchar los trabajadores deben "esperar" la elección de Lula y no "atemorizar" a sus aliados burgueses. Los estalinistas (PPS y PCdoB) con su doctrina de colaboración de clases – que apoyaron a los gobiernos burgueses de Sarney, Collor e Itamar Franco – ahora están dentro del frente popular dirigido por Lula. Mientras los mandelistas de Democracia Socialista y lambertistas de O Trabalho se deleitan en su papel ya tradicional de fieles servidores de la dirección de Lula y Cía., los morenistas del PSTU adoptan una postura hipócritamente "crítica" a la vez que han ingresado abiertamente al FBP.
A la izquierda de estas corrientes se encuentran los centristas de Causa Operária (CO). Los camaradas de Luta Metalúrgica fueron reclutados a CO originalmente porque creían que representaba una oposición revolucionaria, trotskista, al frente popular. Pero ya en las elecciones de 1989, a la vez que "criticó" al frente popular, CO votó por su candidato Lula. De esta forma su "crítica" no tuvo ninguna consecuencia en los hechos, sirviendo sólo como hoja de parra para su voto a favor de la colaboración de clases.
Frente a las elecciones de 1994 CO ha dado vuelta tras vuelta, intentando primero hacer una "distinción entre apoyar a Lula y hacer campaña por él, y eventualmente llamar por votar por el candidato del PT" (Circular Interna, 1° de abril), fingiendo luego una posición de "ningún voto a los candidatos del Frente Brasil Popular" (periódico Causa Operária, 12 de junio), para acabar llamando por ''votar por Lula y los candidatos obreros y campesinos" (Causa Operária, 1° de agosto). De esta forma CO reproduce el truco típico de los seudotrotskistas de argumentar que votar por los "candidatos obreros" del frente popular (en este caso incluyendo a su candidato presidencial) es de alguna manera "distinto" que votar por el frente popular como tal.
Para estos pequeñoburgueses, que venden su mercancía en la sombra del frente popular, las frases "izquierdistas" no deben tomarse en serio; ¡sólo sirven para embellecer su seguidismo a sus amos reformistas! Su línea no tiene nada que ver con la de Trotsky, quien caracterizó el apoyo del centrista POUM de Andrés Nin al frente popular español como una traición y subrayó frente al gobierno de éste: "Hay que movilizar abierta y audazmente a las masas contra el gobierno del Frente Popular" ("¿Es posible la victoria?", abril de 1937).
Notamos que tradicionalmente esta corriente "nacional-trotskista" ha justificado sus traiciones con el etapismo menchevique y referencias al "frente único anti-imperialista", fórmula usada por Guillermo Lora en Bolivia (anteriormente aliado del Partido Obrero argentino de Jorge Altamira y CO en Brasil) para justificar su capitulación vergonzosa a toda una serie de frentes populares.
Contra este menchevismo, en un documento de oposición a la línea de CO (abril de 1994), los camaradas de la célula de Volta Redonda (Luta Metalúrgica) caracterizaron al FBP como "un frente de colaboración de clases", un frente popular. Exigieron "que Causa Operária rompa con el PT y el frente popular en todas sus variantes... El deber elemental de todos los marxistas revolucionarios es de combatir irreconciliablemente al frente popular en las elecciones y no tener absolutamente ninguna confianza en él" Esta clara denuncia fue suprimida por la dirección de CO, junto con toda la última parte del documento, en la Circular Interna de CO. Un documento subsiguiente (julio de 1994) escrito por los camaradas contra la capitulación de CO terminó con la clara consigna: "Por un partido obrero revolucionario – Ningún voto al frente popular y Lula." La Liga Comunista Internacional planteó la misma posición de intransigente oposición proletaria al frente popular.
II
La situación mundial de hoy ha sido profundamente afectada por la destrucción contrarrevolucionaria de la Unión Soviética y los estados obreros deformados de Europa Oriental. Lejos de representar un "triunfo" o mero "episodio" como alegan los seudotrotskistas (incluyendo a CO, que virtualmente segregó a sus militantes de toda discusión de la Cuestión Rusa), la restauración del capitalismo en la URSS – resultante del cerco y enorme presión del imperialismo y preparada por décadas de traiciones estalinistas – representó una gran derrota para los obreros del mundo. Sus repercusiones sobre las víctimas semicoloniales del imperialismo están muy claras desde Irak a Haití, con las crecientes aventuras bélicas del imperialismo yanqui, que ahora amenaza con estrangular al estado obrero deformado de Cuba (minado desde adentro por la burocracia de Castro).
En el actual "nuevo desorden mundial", crecen las rivalidades interimperialistas, guerras interétnicas fratricidas y ataques fascistas contra inmigrantes y trabajadores de piel morena en Europa, las embestidas contra los derechos de la mujer. A la vez, la turbulencia mundial – simbolizada por la rebelión de campesinos indígenas en el sur de México, la victoriosa huelga de Air France, movilizaciones juveniles contra los fascistas en Europa y muchos otros acontecimientos – abre oportunidades para la intervención revolucionaria del proletariado. Es más urgente que nunca forjar el partido internacional de la vanguardia leninista.
Trotsky, fundador del Ejército Rojo, nos enseñó que los que no defienden las conquistas ya ganadas jamás podrán ganar nuevas conquistas. Señaló el carácter dual de la burocracia [estalinista], una estrecha casta nacionalista que se sentaba encima de las conquistas de Octubre: a veces se veía obligada a defender, de su propia manera parcial y contradictoria, estas conquistas a la vez que socavaba éstas al traicionar la revolución mundial y pisotear la democracia proletaria.
Trotsky y James P. Cannon, fundador del trotskismo norteamericano, compararon la política revolucionaria frente a la URSS a la situación de un sindicato burocratizado. Los obreros conscientes defienden al sindicato contra el gobierno capitalista y los patrones, a la vez que luchan por una dirección revolucionaria para echar a los burócratas traidores. De la misma forma, el proletariado mundial debía dar defensa militar incondicional a la URSS mientras luchaba por la revolución política proletaria contra la burocracia estalinista, imprescindible para evitar la restauración capitalista. Durante todo el período de la Oposición de Izquierda y la lucha por la IV Internacional, enfatizó que "Defender a la Unión Soviética de los ataques de los enemigos capitalistas, más allá de las circunstancias y causas inmediatas del conflicto, es obligación elemental de toda organización obrera honesta" ("La guerra y la IV Internacional", junio de 1934).
La dirección de CO jamás habló de textos clásicos de Trotsky como En defensa del marxismo (escrito contra la oposición pequeñoburguesa de Shachtman que se renegó de la defensa de la URSS) porque ha tenido una posición neoshachtmanista frente a todos los conflictos entre los enemigos capitalistas y la URSS. Después de que los altamiristas saludaron la "revolución" islámica del verdugo feudalista Jomeini en Irán, se opusieron a la intervención soviética en Afganistán contra los "guerreros santos" que luchaban para derrocar al régimen nacionalista de izquierda por el "crimen" de decretar la educación para las mujeres y una reforma agraria. La CIA pertrechó a los fanáticos anticomunistas con cantidades enormes de armas y dinero, para que mataran a soldados soviéticos en este frente de batalla de la Segunda Guerra Fría. En Brasil los ultrarreaccionarios de Familia, Tradição e Propiedade marcharon al grito de "Fuera rusos de Afganistán" ¡y los seudotrotskistas tenían la misma posición! La tendencia espartaquista, siguiendo los principios de la IV Internacional de Trotsky, defendió a la URSS y a las mujeres y oprimidos afganos, diciendo "¡Viva Ejército Rojo en Afganistán!"
Cuando en Polonia Solidarnosc se consolidó como movimiento clerical nacionalista por la restauración capitalista, bajo la égida del Vaticano y Reagan, el PT brasileño elogió el "ejemplo" de Walesa; Lula en particular buscó identificarse con este títere del imperialismo. La cuestión de Solidarnosc fue una prueba de fuego para toda corriente que se reclamaba del trotskismo. Los seudotrotskistas gritaron su "solidaridad con Solidaridad". Mientras Moreno llamó por "Todo el poder a Solidaridad", Altamira llamó por "la toma del poder por Solidaridad". Los espartaquistas, en cambio, dijeron: "¡Alto a la contrarrevolución de Solidaridad!" Como señalaron los camaradas de Luta Metalúrgica en su documento de julio, "el obrero" Walesa a quien seguían los falsos trotskistas "fue el mejor y principal instrumento del imperialismo [y] del Vaticano para la contrarrevolución." Conforme con las advertencias de la LCI, el triunfo de este movimiento anticomunista ha traído sufrimientos terribles para los trabajadores polacos.
La dirección de CO tuvo la desfachatez de atacar a los camaradas de Luta Metalúrgica por osar decir la verdad que es evidente a millones de obreros conscientes: que la destrucción del estado obrero deformado de Alemania Oriental mediante su anexión por el imperialismo alemán fue una derrota para los trabajadores del mundo. Mientras que la LCI hizo todo lo que pudo por luchar contra la reunificación capitalista y por una Alemania roja de consejos obreros como parte de una Europa socialista, Altamira aseveró que la "'unificación' trucha de Alemania deberá...abrir, más temprano que tarde, una gran movilización de masas y una situación revolucionaria, que no eximirá a ningún país de Europa" (Prensa Obrera, 3 de julio de 1990). Lejos de producir una situación "revolucionaria", la reunificación alemana resultó en un auge de terror racista, el desempleo para millones con el cierre de fábricas, y la destrucción de las conquistas de los trabajadores, con resultados especialmente brutales para las mujeres trabajadoras.
Mientras que los espartaquistas organizaron una protesta en Nueva York contra el retiro por Gorbachov y Yeltsin de la brigada soviética [en Cuba] en 1991, que dio luz verde al imperialismo para una posible invasión, lejos de protestar, el periódico de CO (12-18 de octubre de 1991) proclamó que no importaba porque "la presencia de las tropas soviéticas no tiene ninguna relación con la defensa de la isla.... " Hoy en día CO publica una resolución (17 de julio) de su congreso nacional sobre la amenaza de Clinton de invadir a Haití en la que ni siquiera menciona el urgente peligro contra la Revolución Cubana.
Era el colmo cuando Yeltsin se aprovechó del fracasado golpe de la "Banda de los Ocho" en agosto de 1991 para lanzar una campaña para destruir completamente lo que quedaba de las conquistas de Octubre y el estado soviético. En la URSS la LCI distribuyó miles de volantes con el llamado urgente "Obreros soviéticos: ¡Derrotar la contrarrevolución de Yeltsin y Bush!" Mientras los morenistas gritaron vivas a la "nueva revolución rusa", la linea absurda de Altamira era que el imperialismo norteamericano apoyaba no a su hombre Yeltsin sino a la "Banda de los Ocho" – es decir, que lo fundamental en ese momento para los obreros soviéticos era luchar contra estos antiguos estalinistas y no contra Yeltsin, el hombre de Bush y punta de lanza de la contrarrevolución capitalista abierta. CO repitió la propaganda falsa de que una "movilización de masas" derrotó al fracasado golpe de la Banda de los Ocho.
¡Es obvio por qué Altamira y CO no quieren que sus militantes se den cuenta de la línea de Trotsky sobre la Cuestión Rusa! No es accidente que una corriente que capitula a la colaboración con su "propia" burguesía haya capitulado a la campaña imperialista contra las conquistas de la Revolución de Octubre, campaña que culminó en la destrucción de la URSS.
III
La Internacional Comunista de Lenin y Trotsky proclamó que "La cuestión de los negros se ha convertido en una parte íntegra de la revolución mundial." Brasil tiene la población negra más grande del mundo después de Nigeria, y como parte de la clase obrera brasileña los trabajadores negros y mulatos tienen una enorme fuerza potencial. La lucha contra la opresión de los negros en Brasil es una cuestión estratégica de la revolución proletaria. Como notó Cannon en su ensayo sobre la Revolución Rusa y los negros norteamericanos (1961), fueron Lenin y los bolcheviques quienes insistieron en que la opresión de los negros es una cuestión especial que requiere de atención y trabajo especial de parte del partido revolucionario.
Como dijo Lenin en el ¿Qué hacer?, el partido de vanguardia debe ser "tribuno del pueblo", luchando por movilizar la fuerza de la clase obrera contra todo tipo de opresión. La urgencia de esto se ve en Brasil, donde escuadrones de la muerte asesinan constantemente a "niños de la calle" negros. En las siderúrgicas, los obreros negros están condenados a muerte por leucopenia. Pero la actitud de la seudoizquierda brasileña, que sigue al PT socialdemócrata y la burocracia de la CUT, es la estrecha posición "tradeunionista" y economista contra la que lucharon los bolcheviques de Lenin.
Esto se ve de la forma más escandalosa en el caso de Causa Operária, que como han notado los camaradas de Luta Metalúrgica, ha sido deliberadamente ciega a la opresión de los negros. CO ni siquiera abordó la cuestión en las 6,600 líneas de la colección de sus documentos fundamentales desde 1979 a 1988 (Bases Programáticas). ¡Esta colección fue publicada justamente cuando decenas de miles de negros marcharon por las calles en el centenario de la abolición de la esclavitud, gritando consignas contra el brutal racismo del Brasil actual y tratando de derribar la estatua del masacrador racista Caxias!
En un importante esfuerzo por enfrentar esta cuestión estratégica, Luta Metalúrgica escribió un documento en agosto de 1993 para el seminario "El papel de la CUT en el combate contra el racismo". En este documento, que representó un período transicional en el desarrollo del grupo y fue marcado por algunas debilidades importantes (como la consigna de fracciones negras en los sindicatos), los camaradas llamaron por milicias obreras-campesinas para autodefensa en la lucha contra el terror racista, denunciaron la esterilización forzosa de las mujeres negras y criticaron el silencio de la seudo izquierda contra la opresión de los negros que iba de la mano del hecho que el grueso de la "izquierda" votó por un salario mínimo de hambre (menos de 100 dólares mensuales) que condena a millones de negros a la sobreexplotación. En el período reciente, en un llamativo esfuerzo internacionalista, los camaradas tradujeron el documento "Negro y Rojo – Camino clasista a la liberación de los negros" (1967) en el que la Spartacist League de EE.UU. elabora el programa del integracionismo racial revolucionario.
Como tribuno de los oprimidos, es imprescindible que el partido leninista tenga que abanderar la lucha contra la opresión de la mujer, arraigada en la institución de la familia burguesa, una cuestión de suma importancia en Brasil como parte del programa de la revolución permanente. La defensa de los derechos de los indios y homosexuales es un elemento importante en la lucha contra los prejuicios burgueses que envenenan la conciencia de los trabajadores y contra la seudoizquierda nacionalista que reproduce los valores sociales de "su" burguesia.
Lo que dijo Trotsky en 1939 sobre los negros en EE.UU. también se aplica hoy dia:
"Debemos decir a los elementos conscientes de los negros que ellos están convocados por el desarrollo histórico a convertirse en una vanguardia de la clase obrera... Si ocurre que... somos incapaces de encontrar el camino hacia este estrato entonces no valemos nada. La revolución permanente y todo lo demás sólo seria una mentira"
– [Leon Trotsky, "Planes para la organización negra" (abril de 1939)]
La cuestión de los negros en Brasil, tanto como en los EE.UU., no es una cuestion nacional y las fantasias del nacionalismo negro sobre la "autodeterminación" son un obstáculo a la lucha contra la opresión. El único camino de la liberación de los negros es la de la revolución socialista, llevada a cabo por el proletariado bajo la dirección del partido leninista multiracial. Esto significa que es imprescindible forjar cuadros negros del partido trotskista internacionalista. Inspirados por el heroismo de luchadores como Zumbi, João Candido, Toussaint L'Ouverture, Frederick Douglass, John Brown y Sojourner Truth, el comienzo del estudio conjunto de la cuestión negra es un importante elemento de estas relaciones fraternales.
IV
Los camaradas de Luta Metalúrgica terminaron su documento de abril contra el frente popular citando lo que escribió Trotsky sobre España en los años 30: "Para llevar a cabo eficazmente todas estas tareas son necesarias tres condiciones: el partido, el partido y una vez más el partido." Llamando por "un reagrupamiento revolucionario que tome la forma de la construcción de un partido trotskista con una firme base programática marxista," ellos enfatizaron: "La clave para un reagrupamiento revolucionario bien logrado es, por eso, una profunda lucha por el internacionalismo y por el programa de transición."
Imprescindible en este esfuerzo es la lucha por forjar cuadros de un núcleo leninista. El partido se construye, en palabras de Lenin, "desde arriba hacia abajo", sobre la base del programa cuartainternacionalista. En sus inicios – en contraste con las huecas pretensiones "de masas" de la seudoizquierda – tal núcleo tiene que ser un grupo de propaganda luchador. En Brasil es prioritario el esfuerzo por publicar una revista trotskista, conforme con el tamaño y trabajo real del grupo, para propagandizar por el programa revolucionario. Con la autoridad ganada en años de encarnizadas luchas obreras, los camaradas de Luta Metalúrgica enfrentan la necesidad de polemizar contra los que ensucian el nombre del trotskismo – en primer lugar los centristas de Causa Operária; ver la posibilidad de reagrupamientos mediante escisiones y fusiones; y reclutar a jóvenes, para que una nueva generación de revolucionarios pueda entrar a la lucha contra la barbarie capitalista. Seguramente el esfuerzo por construir un grupo de propaganda implicará decisiones difíciles en cuanto a prioridades, que habrá que resolver mediante la discusión colectiva.
Los valores podridos de los grupos socialdemocratizantes como el PSTU y CO se muestran no sólo en cuestiones como su apoyo a "huelgas" de la policía (los profesionales de la represión antiobrera y racista) y llamados por una policía más "popular". Se muestran también en el abierto desprecio de los dirigentes de CO contra los obreros revolucionarios de Luta Metalúrgica, a quienes difaman como "ignorantes" y atrasados. Declaramos conjuntamente una lucha sin piedad para desenmascarar politicamente a estos pequeñoburgueses que siguen a la cola del frente popular y no pierden oportunidad de cerrar la boca frente a la opresión de los negros y las mujeres.
Para nosotros, el internacionalismo no es un bello sentimiento para resoluciones y discursos domingueros. Es la lucha por construir un partido mundial basado en el centralismo democrático revoludonario, muy contrario a las federadones nacionales de un sinnúmero de oportunistas nacionalistas. La trayectoria de lucha de Luta Metalúrgica contra el frente popular y para encontrar un programa proletario contra la opresión de los negros tiene un profundo paralelismo con la lucha de la tendencia espartaquista desde su fundación y provee una sólida base para ir en adelante conjuntamente. Subrayamos la necesidad de realizar trabajo conjunto, en plena concienia de las dificultades implicadas por la distancia geográfica y otros obstáculos – dificultades cuya superación requerirá de esfuerzos conscientes y mutuos. Señalamos como tarea urgente el estudio de portugués por camaradas de la LCI y de español e inglés por camaradas de Luta Metalúrgica.
Nuestra perspectiva es que estas relaciones fraternales sean un paso hacia la fusión de nuestras organizaciones, unificando nuestros esfuerzos en la lucha por el comunismo en todo el planeta. La realización de tal fusión sería una extensión importante de la LCI. Luchamos por reforjar la IV Internacional sobre la base del comunismo de Lenin y Trotsky y las reglas señaladas en el "Programa de Transición":
"Mirar la realidad cara a cara; no buscar la linea de menor resistencia; llamar a las cosas por su nombre; decir la verdad a las masas, por muy amarga que ella sea; no temer los obstáculos, ser fiel en las pequeñas y las grandes cosas, basar su programa en la lógica de la lucha de clases; ser audaz cuando llegue la hora de la acción, tales son las reglas de la IV Internacional."
20 de septiembre de 1994
– Aprobada por Luta Metalúrgica, 22 de septiembre de 1994
– Aprobado por el Secretariado Internacional, Liga Comunista Internacional (Cuartainternacionalista), 26 de septiembre de 1994